Crónica de recital de The Skatalites en Tucumán

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Foto: Ivana Salto                                                                              Fotografía gentileza de Rodrigo Luna Ladetto

Nice time , The Skatalites en Club Floresta – Por Homero A. Sanchez
Si pudiéramos hacer un paralelismo caprichoso, la noche del 19 de agosto quedará en el recuerdo como un viaje en el túnel del tiempo, la noche que íbamos a revivir la música caribeña de la década del sesenta, cuando en Estados Unidos emergían los primeros grupos de rock and roll. The Skatalites, de Jamaica, visita clave para entender la música y la historia de otras latitudes, la que algunos colocan aun en la incómoda categoría de “world music”. Sea como fuere, se venía un concierto imperdible y había que estar allí.


Tres bandas locales eran encargadas de abrir. Vampiro Indio (no tuve la oportunidad de escucharlos anoche), Los Tunches con su dub oscuro y contundente y Skaces con su entusiasmo juvenil pese a los horrores del sonido, le agregaron fiesta y onda a la previa.
Los visitantes aparecieron sobre las tablas muy tarde en la madrugada, alrededor de las tres menos veinte, lo cual fue decisivo para la relativa brevedad que tuvo el show.
Liderados por el longevo y carismático Lester Sterling (saxo alto) pasearon por sus casi cinco décadas a cuestas con impecable maestría. E hicieron lo que mejor saber hacer, el ska, ese estilo que inventaron como una mezcla de jazz, rythm n blues, calipso, mento y otros ritmos africanos de remotos orígenes. Kevin Batchelor, en trompeta, y Zem Audu en saxo tenor desplegaron sus solos de manera imaginativa, siempre potente. Qué decir del bajo y la elegancia de Val Douglas, con la perfecta batería de Trevor Thompson, y los dos blancos de la banda, Natty Frenchy y Cameron Greenlee en guitarra y teclados respectivamente, aportando musicalmente. De invitado,Hugo Lobo , de la porteña Dancing Mood, hizo un buen papel representando a nuestro país. La gran cantante que completa el combo, Doreen Shafer, subió al promediar  show para protagonizar el segmento reggae, generando un punto alto de la noche. Doreen es integrante desde los primeros años, allá por 1964/1965, y su voz, aunque denota su edad, llenó de melodías y aura el aire de Floresta. Así se sucedieron gemas de Bob Marley como “Nice time”o “Simmer down”, grabadas en el legendario Estudio One, o la bella balada“When I fall in love” , seguida de «Lollipop, sugar sugar» que pusieron la piel de gallina a más de uno. Otros clásicos que interpretaron fueron “Latin goes ska”, “Garden of love”, “James Bond”, “Guns of Navarone”, “Doctor Dekker”, “Music is my occupation”, entre otros.

Sterling se mostró afectuoso y agradecido con el público en todo momento, aunque la pasó mal con los acoples y zumbidos que debió soportar debido a las imperfecciones del sonido. El tinglado de Floresta pone de manifiesto una vez más el tema de la carencia de auditorios “decentes” en nuestra provincia.
El tope horario de las cuatro de la mañana -que rige de manera insólita en nuestra provincia- cortó de seco con un concierto único, entrañable y emotivo que nos llevó a las lejanas playas caribeñas, a una época de ensueño y buena música.

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