Entrevistas
Germán Paz, entrevista
Germán Paz
«Me resulta muy mágico, misterioso e inspirador el proceso de creación en la música»
La escena del cancionero tucumano se nutre de muchísimos músicos y compositores, algunos bastante prolíficos. Este el el caso de Germán Paz, quien ha grabado nueve producciones discográficas. “No todas fueron flores “(2002) con Claudia Gargiulo, “Atención, comienza camino de montaña”(2005), “Amigo Vincent”, “Mar entre tus cosas” y “A pasear (en vivo)” (2012), “Cumpas on the road / cancionificaciones de poetas” , “Teletranscomunicador fantasmático”, “Cómo funciona la suerte para hacer dedo” (2016)» y “Derviche” (2018). Su aventura musical lo llevó a ser parte de Kathru, Civitas Dei, y Experimentando lo celta entre otros proyectos, siempre dentro del rock fusión. Estilísticamente define lo que hace como una mezcla entre «rock silvestre» y «canciones urbanas» . Hoy, el año 2019 lo encuentra con su último disco bajo el brazo (replicado y editado físicamente gracias al fomento del Instituto Nacional de la Música) . Continua su militancia por su música, su profesión y por hacer crecer la movida desde lo comunicativo (con un programa de U.M.I.T.A. en Radio Universidad), entre otras cosas
Nuestro diálogo con él nos reúne en un bar de la avenida Mitre. Su formación es tanto autodidacta como académica. Se entusiasma en describir a “Derviche” como un disco más trabajado que los anteriores, con mucho esmero desde los arreglos. “Mi idea es venderlo artesanalmente, a la vieja usanza, y también concretar salir de San Miguel de Tucumán y tocar por el interior de la provincia en distintos lugares, ya que aquí no es posible tocar muy seguido. Hablo de hacer un circuito, cambiar no de repertorio pero sí de público.
EfectoBurbuja: ¿Qué pensás en cuanto a la difusión del material en los medios tucumanos?
Germán Paz: “Esto de tocar afuera es la salida que yo veo. Hacer llegar el material, que las radios lo pasen, etc. Eso y el seguir produciendo, creciendo por donde se pueda crecer. Creo que hay muy poco periodismo musical en Tucumán, gente que realmente le interese y lo escuche a tu disco, que cuando vayas a una radio no sea como si vas por primera vez. Si no salís en Tinelli o en T.N. no te dan bola. Creo que hay una mirada “cipaya” aun, que endiosa a lo que viene de afuera. Viene No te va a gustar y hay 5 cuadras de cola, porque viene de Buenos Aires, está legitimado, y acá cuesta legitimar las cosas, a los artistas nuestros. Y eso tenemos que construir, más allá de quejarnos. Y el periodismo musical es muy importante: alguien que escuche a conciencia, que escriba sobre eso, que despierte el interés en el público. Y hay poco periodista especializado: teníamos a Facundo Pereyra, está Mario Tapia, Miguel Manzanares, Abel Sayagues, Ernesto Klass en un momento…y no mucho más lamentablemente.
EB: ¿Cómo trabajás en la composición?
G.P. Siempre sale de estar jugando con la guitarra, con ideas que surgen y que hay que trabajarlas. No me funciona eso de sentarme a componer, siempre son melodías que aparecen. Es como que la creación surge del caos. Me resulta muy misterioso , mágico e inspirador el porqué una melodía sigue diciendo cosas y tiene una fuerza especial, y te lleva a lugares que te gustan. Por eso hay canciones que queremos, y otras que olvidamos.
E.B.: ¿Y con respecto a las letras?
G.P.: Y… en el mejor de los casos, casi salen con la melodía, y si no van saliendo de a poquito, o no, tampoco la fuerzo. Siempre hay como un impulso de “tirar del hilo” para ver qué sale, y se va armando.
EB: ¿ Quiénes son tus referentes o inspiración en el momento de tus creaciones? ¿A quiénes admirás musicalmente?
G.P.: ¡A mucha gente! A veces encuentro parecido en las melodías a Djavan, o a veces me siento sonando con la influencia de Charly García, o Fito Páez, sin que sea una copia. Y me gusta, porque a esa gente admiro y es como estar en ese mundo. Una idea puede tener una onda jazzera, o Egberto Gismonti, siempre jugando y mezclando mundos, siempre hay una reminiscencia de alguien. Uno toca lo que ha escuchado, o compone cosas que se han forjado en el momento de escuchar música de forma apasionada, entonces siempre van a salir cosas que te has maravillado de escuchar.
E.B. :¿Y de Tucumán, qué artistas o proyectos te gustan?
G.P.: Con UMITA (Unión de músicos independientes tucumanos autogestionados) conocí cosas que ignoraba, como Redd, Los Chicles, Amanda (siempre me gustó Luis Gomez Salas), el Negrex Delgado, Alem también me gusta…
E.B.: Vos que tuviste roles como músico, productor, gestor cultural, etc. : ¿Qué crees que le falta a la escena local para crecer? ¿Qué se puede hacer para mejorar la situación de todos: músicos, público, medios?
G.P.: UMITA le acercó un proyecto de ley a la Legislatura que entre otras cosas, preveé que el Estado pueda fomentar a la música en vivo con equipamiento a los locales, bajar los impuestos como del IPLA, etc. Si favorecemos al espectáculo favorecemos a los músicos y a la identidad cultural; uno que vive del arte sabe que esto es terapéutico, sanador.
También habría que lograr un convenio con las radios para que pasen un cupo de música local. Por ejemplo una radio importante de Yerba Buena tenía solo dos discos de músicos tucumanos: de Lucho Hoyos de Leandro Robin. Nada más. Hay mucho desconocimiento y desinterés. La música popular funciona por repetición, por “invasión”. No hay música popular si no se la agita desde las radios, los medios. Uno muchas veces escucha música en lugares en que los que no decidís ponerla, como en panaderías, en los supermercados, bares, etc. Con UMITA hicimos una playlist de 300 canciones de bandas tucumanas y que estaba disponible online, para que un negocio o bar puede hacerla sonar. Si no se hace así los canales son muy reducidos; si solo le mostrás tu música a los conocidos no circula mucho lo que hacés. Si sonás en espacios públicos, en cambio, la gente conoce y puede llegar a gustarle. Hay que tomar los medios, generar estrategias comunicacionales para que suene lo que hacemos.
Otra cosa es que puede haber un Ente que disponga de fondos para gestionar proyectos, concursos, vales de investigación, que tenga una cabida oficial todo esto. Son muchas políticas necesarias, que hay que hacerlas.
También debe haber periodismo musical. La gente que escribe, comunicadores o escritores, que escuchen gente que ensaya o ve que toca, y que escriban sobre eso. O gente que pinta también…Hablo de una retroalimentación entre todos, que seguramente sí sucede, y eso nos va a hacer más conscientes del lugar donde estamos, de los músicos que viven acá, escucharnos entre nosotros, armar encuentros, ciclos. Lamentablemente siento que aun hay un desconocimiento y resistencia a escuchar a nuestros músicos. Todo lo que nos lleve a escucharnos más será positivo: música en las calles, en las plazas, va a mejorar la escena, que yo diría no le falta nada, pero sí que se pueden hacer cosas para que quienes están haciendo música desenvuelvan lo que están haciendo. Es como un impulso de habitar el territorio, tirar las raíces un poco más fuerte, decir: a ver , qué pasa en este lugar. No hay porqué andar copiando música que sale en otros lugares, si no simplemente pensarse aquí y ahora qué es lo que pasa y eso es enriquecedor. Es un error caer en la queja, en “los músicos estamos mal porque…” ¡Mentira! Estamos bien, tocando entramos en éxtasis. Pero algunos circuitos hay que laburarlos. La gente no quiere pagar una entrada mínima porque no te conocen. Eso empobrece la sensación de identidad. Las bandas de barrio, sus letras….hay algo que empodera ahí. Te hacen sentir parte de un lugar, y te hacen vivir ese lugar con más compromiso, si no es como un lugar vacío: acá no pasa nada, solamente lo que pasa en TN o en Telefe va a ser interesante. Me parece bueno que empiece a pasar eso, y de hecho ha pasado, cuando en los años setenta la gente se juntaba en La Cosechera y otros bares similares, esa bohemia que estaba en plenitud: escritores, artistas, poetas … Eso ha pasado, no es algo que vayamos a inventar. Simplemente se debe ser consciente de este fenómeno y darle alimento, carriles para que anden mejor.”
E.B.: ¿Querrías nombrar a artistas o bandas que te interesen de Tucumán, además de quienes mencionaste antes?
Sí, a Javier Fiori, David Dionosio, Diego Ferronato, Renzo Cecenarro, Brumas, Leopoldo Deza, Dr. Dambred, los hermanos Santillán, entre otros…
Quería agregar que por medio de UMITA se logró a través de la Dirección de Cultura Social de Yerba Buena que se firme convenio con dos radios de allá para que pasen en su programación diaria al menos dos horas de música de artistas locales (actualmente en Radio San Alfonso (FM 103.9) .»
Así termina nuestra charla. Germán se sube a su bicicleta y se va rumbo al pie del cerro, a seguir buscando melodías en esa guitarra rebelde, bohemia y llena de ensueños.
Descubran y bajen sus discos en el sitio web: germanpaz.bandcamp.com
Contacto e información: germanpaz_76@yahoo.com.ar
Poesía y letra:
(del disco «Cómo funciona la suerte para hacer dedo»)
«Misterio maravilla »
«Misterio, maravilla, delirio Tucumán
la yunga , el calor , las humedades
el pueblo que votó a Bussi
lo reaccionario, lo mezquino, lo inamovible
Ser un beat tiene un precio alto man
conquistar una soledad diamante
despues de todo era eso cuando hablábamos de ser libres
Ya sé, vamos a bailar un poco, uh,uh
tiene un rayo tu amor, tiene un rayo tu amor
Misterio, maravilla , delirio Tucumán
toda esa gente no va a tirar ninguna
aunque te inviten a su mesa no, no van a estar de tu lado
Ser un beat tiene un precio alto man
concebir una comunidad estrella
despues de todo era eso cuando hablábamos de ser libres
Ya sé, vamos a cantar un poco
tiene un rayo tu amor, tiene un rayo tu amor.»
«Mañana (para soñar) «
«¿Que será? el viento lo despeja todo
tu alma se siente vibrar
y es una mañana para soñar
¿que será? el amor se nos volvió un río
y en la esperanza puedo plantar
y es una mañana para zarpar
¿que será? saludamos el nuevo lucero
y es que amamos la libertad
y es una mañana para soñar
¿Qué será?..»
Disco: «Mar entre tus cosas» (2002) (completo)
«Canción élfica»
Entrevista a Esteban Cerioni
Entrevista a Esteban Cerioni
Pocos tienen un currículum tan vasto como él. A sus 57 años, Esteban guarda en su prodigiosa memoria todo el bagaje que vivió durante su carrera, primero como melómano aficionado, luego productor, bajista y vocalista. La Piedra, Mandrágora, Redd, Trigémino, Meridiano, Demolatino, Fitzcarraldo en Italia, Trilogía, entre muchas otras fueron sus bandas en las cuales puso no solo su talento para las cuatro cuerdas, sino también mucho de su corazón.
Así da inicio nuestro diálogo, lleno de recuerdos mágicos, musicalizado por Esteban desde el archivo histórico que contiene su computadora. El foco de la entrevista está en la década de los ’70, tiempos de inicios del rock tucumano y argentino.
Efectoburbuja: Sabemos que “Tristes noticias del imperio” fue el primer disco que grabó un grupo tucumano, ¿pero quiénes lo hicieron anteriormente?
Esteban Cerioni: Los que venían desde fines de los 60 eran Los Sabuesos (donde estaba Luis Albornoz y “Papucho” Díaz), pero quienes grabaron un simple fueron Los Bang (Hugo Marcantonio, Negro Palacios, Raúl Barallo, Humberto Rava y Perico Migliorini), en 1970 y por otro lado Los Fantasmas (Oscar Imhoff, Juan Escalante, “Palo” Buriek, entre otros) que graban en 1971. Por esa época surge La Pequeña Banda de Trícupa, que debutan en B.A.ROCK en 1971, y que fue una fusión entre Los fantasmas y Los sabuesos, que eras quienes venían tocando mucho sobre todo en los colegios secundarios y teatros. A todos los mencionados se les suma Roberto Giambastiani, que fue quién les inyectó todo el fermento creativo que alcanzó a tener Trícupa. Luego de Redd, pasarían casi diez años para que otra banda grabara otro disco (Flux, en el año 1986).
E.B.: ¿Entonces se puede decir que el debut de Trícupa en el Festival “B.A.Rock” en el ’71 marcó un antes y un después para Tucumán…?
E.C.: Efectivamente. Cuando actuó Trícupa en BaRock, sorprendieron tanto que cosecharon comentarios favorables de músicos importantes, como los músicos de Arco Iris, y también de parte de Rodolfo García (Almendra, entre otros) Los de Alma y Vida también quedaron deslumbrados con los tucumanos. Como será, que cuando ellos fueron a Buenos Aires (porque existía la posibilidad de que grabaran con Jorge Alvarez) fueron hospedados por Alma y vida, en lo que era su sala de ensayo. Entonces hubo otros grupos que quedaron en segundo plano: Los Band, también Teorema (donde estaba Lolo Esquinazi, uno de los dos mejores cantantes tucumanos sin dudas, el otro es Imhoff). En ese festival estuvo un solista también, que era Jorge Pío, que se presentó acompañado por Rody Gil (guitarrista de Teorema), y estaba también Ana María “Timy” Frías, que también fue seleccionada para ir a BARock, pero su madre no la dejó ir (tenía 14 años). Ahí comenzó lo de hacer música propia, porque los Bang lo hicieron de manera tardía, pero esta generación ya estaba con eso en la cabeza.
E.F: ¿Y dónde tocaban estas bandas, en el circuito local? ¿En qué ámbitos?
E.C.: En bailes locales. Incluso Trícupa, que durante 2 o 3 años eran “habitués” del Club Las Lomitas, que hacían muy buenos covers también.
E.B: ¿Y cómo fue tu inicio en la música, como fan?
E.C.: Mirá, yo soy el más joven de la movida aquella. Para esa época tenía 14 años, y tampoco me dejaban ir a recitales. El primer recital que vi fue en Buenos Aires en febrero de 1970, en los bailes de carnaval, que tocaban Los Gatos (con Pappo). Era la época que hacían “Beat n°1” y de “Rock de la mujer perdida”; Pappo muriéndose de calor con su clásica ropa de cuero, y Lito Nebbia, vestido de piel de zorro (risas) que cantaba con dos micrófonos. Mientras los otros hacían los solos, Lito se sentaba al borde del escenario a firmar autógrafos, y yo fui uno de los cholulos que iban para que les firme…Después de eso empecé a asistir a los recitales locales en Tucumán. No recuerdo por qué no vi Almendra (a fines de 1970); también vino Vox Dei (original), que ahi también tocaron Los Bang. Más adelante, en el Club Estudiantes presentaron “La Biblia”, que fue el primer recital realmente grande en esta ciudad. Otro lugar donde traían bandas era el Instituto Técnico. En 1972 Arco Iris tocó en el Teatro San Martín. Allí hablé con Santaolalla y (risas) no es una anécdota muy feliz…justo la banda se había cambiado de sello, de RCA a Music Hall; él le decía a la gente que no compren el disco de RCA (se ve que no cobraban las regalías) y yo ingenuamente le dije que a mí me gustaba más la versión de RCA…Santaolalla me fulminó con la mirada y me dijo “¡Pendejo, no entendés nada!” (risas)
E.B.: ¿Y tus comienzos como músico? ¿Cómo conociste a quienes formaban tu primera banda, La Piedra?
E.C.: Yo comencé tocando “La Biblia” de Vox Dei en una misa, ese fue mi debut. A partir de ahí empecé a meterme en bandas; me habían regalado una guitarra FAIM (y muestra la foto, de 1973). Aquí están los chicos de La Piedra y Rody Castro. Él había participado en una obra de teatro con Trícupa, que se llamaba Calígula, y tocaban en vivo durante la obra. Y uno de los temas fue el germen de lo que después resultó “Matinee” de Redd. Un día apareció Rody por mi casa, buscando a un amigo, que le habían dicho que estaba en mi casa. La cuestión es que se quedó, vio mis discos…siempre mi colección de discos fue la que me abrió las puertas…y ahí me invitó a tocar. Solo que se dio cuenta de que yo era un guitarrista mediocre, pero podía ser un buen bajista. Yo tocaba los bajos con la guitarra. En la navidad del ’73 se hizo un gran evento en el Parque Guillermina: “Navidad progresiva del ‘73” que duró todo el día. Allí debutó Trícupa como cuarteto (sin batería), pero inmediatamente después de ellos empezó a llover y no pudimos debutar con La Pared. Por esa época no tenía bajo aun, iba a pedirle prestado a Papucho Díaz. En febrero de 1974 me llamaron para ir a tocar al Casino de Las Termas, dos fines de semana. Allí fue mi debut real, con Gustavo de Souza (que había tocado con Podazza en Los Truenos), Rody y Jorge Ortega (actualmente toca jazz). Me acuerdo que me estaban pasando los temas en el camión en el que íbamos; un amigo baterista, Federico Selis, me había prestado un bajo (que tenía 3 cuerdas) Sumado a esto, después se me cortó una, así que estuve tocando con 2 cuerdas (risas) Hacíamos Rock de la mujer perdida de Los Gatos, temas de Creedence…Pero a pesar de todo nos fue bien, me empezaron a considerar como bajista. Durante el resto de ese año (1974) tocamos en el ex Aeropuerto Benjamín Matienzo, en la confitería. Ahí gané dinero para comprarme mi primer bajo, un HAGSTRÖM (muestra una foto): el debut de la banda, con Rody, Luis D’Orieux en batería y Carlos Minniti (un fanático acérrimo de Spinetta). Yo tenía un equipo Robertone, todo un clásico. Las bandas tocaban sin sonidista: tiraban los equipos, y el privilegiado era el que tenía el equipo de voces. (Hablando de la foto): esto ocurrió en la Biblioteca Sarmiento. Allí usamos un piano de cola y nos decían “Cuidado que lo tocó Arthur Rubinstein”. Ese recital estuvo repleto de gente, el 27 de diciembre del ’74. Una semana antes, Trícupa no había metido mucha gente, pero ellos venían de tocar mucho. Después en el ’75 tocamos en el Instituto Técnico, pero ya a Rody lo habían llevado a hacer el Servicio Militar, y ese fue el fin del grupo.
EB: ¿Cómo sigue tu carrera desde ahí?
En el ’75 me engancho para tocar con los hermanos Pancho y Carlos Trejo, con Mandrágora, y hacíamos covers, principalmente de Santana, ya que el baterista, Mariano Yalour, era todo un experto en esos ritmos y en jazz. Con ellos nos fuimos a tocar a los carnavales de Jujuy en 1976: como no existían djs, teníamos que tocar desde las 10 de la noche hasta las 5 de la mañana; fue la única vez que gané mucho dinero haciendo música: volví con regalos para todos, me compré el (bajo) Rickenbaker y me sobró para vivir como playboy durante 9 meses. El Rickenbaker lo conseguí a través de alguien que tenía una novia azafata, ya que en ese momento no era fácil acceder a instrumentos importados. Aquí en Argentina solamente tenían ese bajo Machi (de Invisible), el bajista de El Reloj, el de Espíritu (Claudio Martínez)y Camilo Diesi (bajista de OM)…y yo, ¡así que me sentía importante! (risas)
En el ’74 mis compañeros de colegio me pagaron para que viaje a Buenos Aires a contratar a una banda importante; queríamos hacer un recital grande para recaudar fondos para ir a Bariloche de fin de curso. Yo llevaba aparte una carta de la Dirección de Cultura, pero cuando llegué no me daban bola porque tenía 17 años. Finalmente Litto Nebbia me dio el teléfono de Rodolfo García, y ahí contratamos a Aquelarre, que tocó en el Club Caja Popular el 13 de setiembre. Como yo era fanático de Trícupa, incluí en el show a esta gran banda tucumana. Tengo grabados los dos conciertos (busca en su computadora y pone a sonar). También conseguí un grabador de 4 pistas, que era auspicio de “Grabacentro”, un negocio de música y tecnología. Pusimos 4 micrófonos ambientales, y salió bastante bien (suena la histórica grabación). Tiene un sonido de órgano clavinete, típico de Aquelarre. De ahí mi amistad con ellos: Héctor Starc, Rodolfo García, Emilio del Guercio…se improvisaba mucho …Como salió un éxito, muchos me veían como organizador de recitales. En el ’76 fue la última reunión de Trícupa, con Rody Castro, que había hecho una obra conceptual con temas de La Piedra, y eso se presentó el 19 de noviembre de ese año en el cine Plaza; fue el primer recital que se hizo en Tucumán con sonidista. Trícupa tenían entre ellos una relación de amor/odio; cuando terminó el recital, se desbandaron.
E.B. : Y ahí surgió el germen de Redd ¿No?
Exacto. El 7 de enero de 1977 estábamos en el Palacio de los Deportes del Parque de Julio viendo La Máquina de hacer pájaros, y Juan Escalante me propuso tocar juntos. Luis Albornoz se había ido de vacaciones siendo guitarrista de Trícupa, y cuando volvió se dio que no existía más la banda, y daba por descontado que sería guitarrista de Redd. La primera meta fueron como siempre los bailes de carnaval. Juan quería meter vientos, pero no funcionaron. Un buen día nos damos con que estábamos los tres solos, y nos pusimos a zapar sobre “Come together” (re menor) y derivó en “Reyes en guerra”; desde ahí no nos importó más ni los bailes de carnaval ni los vientos (risas). Los meses siguientes nos pasamos componiendo y ensayando.
E.B: ¿Cómo fue el debut de REDD?
El 10 de junio del ‘77 apareció alguien que estaba organizando un recital de Spinetta en Club Caja Popular, y quería a Trícupa para abrir el concierto. No encontró a Trícupa: encontró a Redd. La gran anécdota previa fue el accidente en el cual a Ricardo Gandolfo (el letrista) se le cae la guitarra, de punta, luego Luis dice: “al fin de cuentas era solo una guitarra”. Diez días después teníamos que tocar; no existía en Tucumán una guitarra de ese calibre. La llevó a un luthier pero nunca lograron recuperar del todo su afinación. Sin embargo, “Tristes noticias..” fue grabada con esa guitarra. Luis se hizo canchero para afinarla durante los shows.
EB: Contanos del proceso que fue grabar “Tristes noticias del Imperio”
Lo grabamos en abril de 1978 en el mismo estudio en donde se había grabado “La ópera Sudamérica” de Arco Iris, los primeros discos de León Gieco, entre otros. Jorge Da Silva fue el ingeniero de grabación, un groso. Pero a mí me parecía corto el disco; en agosto fuimos a Buenos Aires con Luis, y él compró la guitarra Les Paul negra. Inmediatamente salimos de comprarla y nos metimos en el estudio a grabar “Kamala II”; metimos guitarras acústicas, Da Silva metió cintas al revés, y yo aporté teclados al tema. En total habíamos gastado 19 horas para grabar y mezclar todo el disco, ¡un récord! Existen también un par de temas inéditos de esa época, bien “floydianos” (los pone a sonar). Mucho después vendría la grabación de “Cuentos del subsuelo”, el cual nunca llegó a editarse. Pero eso es otra historia.
Una llamada telefónica marcó el momento de la despedida. Esteban se iba a reunir con alguien para empezar una vez más con un proyecto nuevo, para continuar con su vocación. Por un instante se pareció mucho a aquel pibe que con toda la ilusión del mundo, cuarenta años atrás, daba inicio a tantos recuerdos y vivencias dentro del rock, no solo nacional, sino también internacional. Pero eso es otra historia. ¿La continuamos?
Por Homero A. Sánchez – 7 de noviembre de 2013
Entrevista a Rolo Marín : «El rock es la eterna juventud»
Veintitantos años de carrera (La 448 desde la década del ’90, y hace siete instalado en Buenos Aires con “Rolo y Los Fuckin’ Adictos”) autorizan a Rolo Marín a hablar con la elocuencia y seguridad de un rockero “under” que conoce bien su rol. la charla transcurre en su habitación y fiel a su estilo combativo habla velozmente, como si escupiera cada idea. Pone en su computadora a todo volumen “Los Tunches”, una banda tucumana de dub, y se emociona con la calidad de lo que se produce en su provincia a nivel musical.
Gracias por recibirnos en tu casa y por esta entrevista exclusiva.
Quisiéramos saber sobre la actualidad de la banda y sobre este nuevo disco, “R.F.A. Volumen 2”
Rolo Marín: Venimos de tocar hace 2 semanas en Burzaco con un par de bandas de allá, una de ellas “Locura contra todos”; también estuvimos hace poco tocando “La De Dios”, en la radio Rock ‘ n Pop y estuvo buenísimo también. Y lo que viene es una fecha en Buenos Aires con el Radical Fest en Salón Pueyrredón, después 13 y 14 (a confirmar) por el norte argentino, con el Salamanca Rock (Santiago), también Tucumán y Salta, que vamos a aprovechar porque va a ser la única salida que vamos a tener en el año hacia el norte. Igualmente, antes, el 15 de agosto haremos una presentación del disco para la prensa aquí (esto hacen muchos las bandas de allá (Buenos Aires), en José Cuervo. A nivel prensa estamos trabajando con Mónica Delfino, que es la número uno de la prensa argentina (trabajó con Los Redondos, el Indio Solari, Pappo, entre otros) y Marcos Lammoglia por el Norte
¿Desde cuándo están trabajando con ella?
R.M.: Desde ahora, arrancamos en Agosto con la presentación del disco y el video que estamos filmando
¿Y cómo venían manejándose a nivel prensa hasta la actualidad?
R.M. : De manera independiente. Pero con ella cambia la cosa, entiende la dinámica, al manejar mejor la presencia en los medios de la banda, quedás más expuesto y te llaman a tocar un poco más. Cuando sos independiente no podés parar ni un segundo, porque no tenés un aparato por detrás que te sostenga en los momentos vacíos. Ser una banda independiente es un combate múltiple, cuerpo a cuerpo. Lo que te va ganando, es que al no tener rotación en los medios, es complicado. Uno tiene que ganarse espacio y la mejor manera es tocando en vivo. Este cambio también va a levantar el caudal de shows, que viene siendo bueno igualmente, no me quejo ; para una banda que tiene un integrante que vive en Tucumán, otro en Neuquén, cuatro en Buenos Aires, que muchas veces nos juntamos diez minutos antes del show, ni ensayábamos por la misma distancia ; todos muy buenos músicos; ojo , todos ensayan en casa. Venimos en el último año y medio bien, con setenta concierto, todos en Buenos Aires, un lugar que realmente te permite ver realmente (o no) el crecimiento de una banda, porque es un monstruo gigante que no lo terminás de recorrer nunca. Y lo bueno que nos pasa es que hay lugares a los cuales estamos volviendo seguido, porque nos piden. Y eso está bueno, hay gente que demanda lo que haces, una cosa lleva a la otra. Estamos muy esperanzados con este disco nuevo, que lo estamos sacando este año; creemos que eso nos va a llevar a un paso superior. Porque fue un esfuerzo muy grande hacerlo también, lo grabamos en tres estudios de allá de lo más importantes,3 de ellos míticos, el haber llegado a estudios como el Cielito. El Santito y el Atics no fue para nada fácil pero el premio es haber contado de gran tecnología fuimos buscando los mejores ganancias de cada estudio para llegar al sonido que queríamos lograr. Tené en cuenta que somos independientes, los integrantes destinamos la ganancia de la banda toda para la banda y así poder sostener el proyecto.
Como en 448, que tenían un sistema similar de trabajo.
R.M.: Sí, con la 448 era mucho más fácil; éramos un equipo mucho más grande: teníamos manager, stage, sonidista, etc; yo llegaba a un lugar y tenía camarines.R.F.A. fue como proyecto empezar de nuevo, bien de abajo, ¡de cero! Y los espacios que vamos ganando sentimos que son conquistas muy valiosas; el hecho de que, cuando no tenés a favor nada todo lo que logras te ha costado más. No digo que la 448 haya tenido todo servido, pero fue mucho más fácil; quizá tiene que ver con la época. Fue muy grande el crecimiento que tenían las bandas dentro del under en esas épocas, mucho mas que ahora y fijate que en Mendoza estaba Karamelo Santo, en Santa Fe, Cabezones, de Rosario salió Bulldog, en Buenos Aires Fun People; había también mucho más público que ahora, que seguían a estas bandas emergentes. También estaba Babasónicos como que eran como medio hardcores, medios punkies. Flema, 2 Minutos .Tiene que ver con el sentido ideológico de los noventa; en ese sentido me quedo tranquilo porque el rock no le vendió el culo al capital menemista o muchas bandas al menos; habían bandas que representaban a una generación muy jodida, muy desesperanzada; hoy ves las estadísticas de lo que fue esa época de falta de laburo y desocupación , millones de obreros ferroviarios de fabricas desocupados porque cerraban los ferrocarriles, los ingenios, lo privatizaban todo dejando mucho gente en la calle; fue una época muy combativa del rock desde mi trinchera, hasta el mismo Bussi que gobernaba la provincia, que fue un tipo nefasto; todo jodido aunque con la gente había un “ida y vuelta” especial. Los tiempos han cambiado porque antes : había más canales de música; en MTV si vos tenías un buen video, te lo pasaban y te veía todo el mundo. Ahora no, vos tenés que pagar para salir en esos medios. Toda la música que suena en las radios, están pagando. Todo es guita. ¿Y el arte? Es difícil para las bandas emergentes ahora. Este es el momento más difícil que afronta la música, porque si vos no tenés guita, estás muerto. Dos minutos, una banda de clase obrera de Valentín Alsina, grabó un disco que vendió 300.000 copias en esa época y desde la independencia. Quizás hoy en día tenés ciertas ventajas también, como las redes sociales (internet) , medios que alternativamente te permite llegar directo a la gente; pero los medios de masificación siguen siendo la radio y la televisión y esos medios le dan poca bola a la música: que hacemos , prefieren pasar mierda de mal gusto porque les asegura rating, encima MTV no existe más, ni Much Music ni Music 21 que eran canales de 24 hs de música. Esto está muerto, las radios están pautadas todas. Los sellos arreglaron, y te venden bandas como Agapornis Tan biónica y esas porquerías de mal gustos. Todas esas bandas masivas son así, todos “chetos”, ni reviente tienen, son totalmente armadas: “le , hacemos un video, cuánto sale? ¡Ochenta lucas, bueno, toma la plata!. ¿Y los medios? Salen 100 lucas. Bueno. Y en un mes te conocen todos. ¡Qué fácil! Pero eso no garantiza que sea buena música. Tampoco existen sellos que puedan invertir, porque no existen más. Antes recurrías a disquerías para conseguir la música, hoy tenés internet. Son otros tiempos. Ya no podés contar con vender un disco para recuperar la inversión de grabarlo. Pero bueno, habrá que adaptarse a la época y buscarle la vuelta; hay maneras. El rock no va a morir, es una pasión; el arte no muere ni morirá nunca. Mientras una Gibson Les Paul dispare un solo siempre habrá alguien que se emocione, una banda independiente el trabajo debe ser el triple y los resultados son a largo plazo. No es que formás una banda y al año llenás un estadio: tenés que darle continuidad a un proyecto, y con los años y entendiendo el trabajo de hormiga vas logrando cosas.
Comparativamente ¿Cómo promocionaban antes los discos de la 448 y cómo lo hacen ahora?
R.M.: Es parecido. Nuestro último disco lo trabajamos nosotros y distribuimos con el Sello Mala Difusion . El tema es que un tipo de antes entraba a la disquería a comprar un disco, en cambio ahora no hay disquerías. Pone el culo en la computadora y se lo baja. Antes te comprabas el disco, lo abrías, lo mirabas…era toda una cuestión de amor por el disquito, habías conseguido la guita para comprarlo y eso ya era una felicidad melomaniana . ¡Yo compraba vinilos! El disco tenía una función identificadora e institucional. El rock es una bandera, una forma de vida, una cosa institucional y simbólica. Tiene que ver con la libertad, con el arte, con la eterna juventud; con sus ambigüedades también y porque no con sus oscuridade es la vida misma con las subidas y bajadas que tenemos , vida que hoy te pone arriba y quizá mañana te baje quizás no seguramente te bajara Pero es un escape en este mundo de mierda, escucharse una buena canción, como hago ahora (siguen sonando los Tunches), y encima esta música tiene un mensaje. Cada vez estoy más orgulloso de lo que hago.
¿Cuáles fueron, a tu criterio, los mejores momentos que viviste a lo largo de tu carrera como líder de estas bandas?
R.M: A veces se cree que el mejor momento puede ser cuando más gente llevás a tus recitales, y capaz que no es así, porque internamente en la banda puede ser un momento de quilombo. Tengo una frase en una canción que dice: “lo mejor está siempre por llegar, el pasado es nostalgia y siempre te atrapa pero eso ya fue, no se puede volver” Tiremos para adelante, lo mejor es el ahora; estoy lleno de ilusiones con ésta banda, contento haciendo lo que hago, con humildad, tr. Está bueno mantener el ritmo: estar tocando, grabando, saliendo de gira, llegando a lugares donde la gente te reconoce. El rock es también mucha amistad. Nunca he dormido en una vereda, siempre algún amigo me hospedó en su casa cuando viaje . Creo que éste es un buen momento porque que es el mejor disco que hemos hecho en mucho tiempo; mucha entrega, sacrificio, por los estudios donde grabamos por los productores con una espalda gigante en sus trayectoria miles de viajes. Para grabar este disco viajaba 30 horas en tren para abaratar los costos, porque un estudio de esos vale 2500 mangos por día. Pero las ilusiones siempre son más fuertes, de que las cosas salgan bien. En lo físico soy muy tolerante a todo: si está el show, el lugar, para tocar con mi banda voy y lo hago feliz, sin quejarme de nada. Agradezco a la Energía de esta vida que me esté dando la posibilidad, a esta altura de mi vida de seguir rockeando, subir a un escenario, que es mi lugar en el mundo.
Y también el hecho de compartir escenario con otras bandas…
R.M.: Claro, claro. Cuando digo que es algo institucional, digo que uno es parte de esta historia, y no el centro. Estoy en total desacuerdo con las bandas “grandes” argentinas que van a tocar solos. Mirá: los Rolling Stones vinieron y permitieron que toquen antes que ellos tres bandas soportes. ¡Los Rolling, la banda más grande del mundo y una de las mas grosa de la historia! Tienen una actitud generosa ante la esencia del rock, y Viejas Locas se hizo conocida gracias a esos recitales. Hoy cualquier banda argentina se corta sola e incluso le cobran a las bandas soportes. Tipos que suben al escenario y hablan de moral, como Iorio ahora piden plata para tocar con ellos . Y esto va más allá del talento, hablo de las actitudes humanas. Y habla mucho de los productores porteños principales responsables de todo esto miran la guita, la cuestión bien careta. EL menemismo todavía está en la cabeza del tipo que vive en Capital Federal y esta el mainstream , y las bandas son parte de la sociedad oscura bien trucha . Los noventa fueron una época de deterioro cultural y económico tremendo que muchos años después la seguimos ligando
¿Cómo era el discurso del rock en esos momentos, en los noventa?
R.M.: Era bravo; el rock tuvo un compromiso muy grande, me acuerdo de muchas bandas vomitando ira, era bronca contra el sistema. Había un espíritu muy luchador en contra de lo que sucedía.
¿Y en Tucumán, quiénes estaban a la vanguardia del under que te acuerdes que hayan dejado una impresión?
R.M. : Grandes bandas. Estaba Cave necadas, Euzkadi, los Guayaberos (de otros estilos), también mucho punk rock, chp La Resaca, todos bajaban línea contra el gobierno. Y ahora a éste Alperovich nadie le dice nada, jodiendo hace ocho años a los tucumanos con leyes horarias; han comprado las radios, la televisión, la voluntd los derechos, la libertad les han robado la fe. Y el rock que tenía que reaccionar se quedó en el molde. Como yo no me caso con nadie, me subo y ¡los mando a la re puta que lo parió! (risas) Los detesto. Un atraso hay en esta provincia… Distinto de lo que pasó a nivel nacional, y esto es lo contradictorio. Acá todavía tenemos un personaje nefasto como Guzmán, que viene desde el gobierno de Bussi de los noventa en el cargo de “capo” de Cultura. Y la gente que no reclama, porque si se juntan diez mil tipos a quejarse en la plaza, algo puede cambiar, porque no podrán contra la fuerza del pueblo. Pero el tucumano es un tipo tibio; antes se lo callaba con tiros, ahora se lo calla con billetes; con dos mangos, lo vienen haciendo mierda desde hace muchos, es muy inculto, muy básico pero la culpa lo tienen los gobierno que deterioraron toda la educación . La necesidad tiene cara de hereje y se vende barata la dignidad. El Estado debe atender todas las necesidades, incluso las artísticas, pero tienen ausencia desde hace muchos años. Colegas músicos van a parar al Hospital Padilla porque no tienen contención de obra social. El músico tiene que vivir de otra cosa). No hay un lugar decente para tocar, ni un centro cultural desde el Estado, que tendría la obligación de proporcionar. Y eso desanima a las bandas, cuando tienen que pagar por tocar, a los 27 años están haciendo otra cosa, porque es entendible, si no tenés un billete, ¿qué hacés? El viejo te dice: tirá el bajo y ponete a laburar. ¡Como si fuera fácil hacer música! Los músicos somos poquitos, son elegidos, entonces habría que protegerlos porque son los alegra los corazones del pueblo. Habría que contenerlos, ayudarlos, generarles una obra social. No entiendo a los políticos que quieren tenerte agarrado como un perro, con necesidades, sin mejorarle la calidad de vida a la gente. La libertad es una palabra muy fuerte para ellos, tiene un significado ideológico, simbólico y hasta religioso. Cuando más libre sos más cerca estás de Dios, te estás mostrando como sos. Y la derecha está en contra, la ve como “libertinaje” a la palabra libertad mucha gente viene luchando a través de la historia por esa palabra , el tipo libre es el tipo más respetuoso, es el más soñador, el más brillante, no tiene jefe ni patrón. Camina por el mundo, comparte y entiende el sentido comunitario, y eso ¿no es Dios? Agarrá una Biblia y ponete a ver que es todo eso. ¿Cómo puede ser que hayamos hecho más de 80 conciertos en Buenos Aires en estos años, y en mi ciudad no pueda tocar? Claro, como uno no transa y no tiene un doble discurso, no anda palmeando la espalda a los político que son los amos y señores de esta provincia feudal.
¿Y por qué no lo hacés?
R.M.: Porque no lo siento, porque sería un hipócrita. Y a esta altura de la vida, uno ya no puede mentirse a uno mismo; hay que seguir hasta el final, y en eso buscás estar bien y sin forreadas. Mirá, tengo mucha bronca, a los chicos de La Vorágine los dejaron en la calle; cerraron teatros… aquí el arte y el teatro subsistieron por la gente que la banca desde adentro, no por la labor del Estado; existe por los grandes idealistas que tiene esta ciudad, los cuales merecen un respeto sublime, porque encima tienen que poner plata de sus bolsillos, para mí son gente increíble. Eso es el valor humano en su máxima expresión. Es muy difícil vivir en un mundo capitalista donde todo es dinero, no ganar de lo que vos hacés. Esto es un oficio, el arte es una decisión de vida. Mirá, yo venía bajoneado: le agarró un cáncer bajista de la 448, y murió y se pierden grandes amigos pero la vida sigue y uno tiene que ser consecuente con uno mismo. Segui adelante arme RFA y estoy feliz cuando arrancamos reuní con estos chicos y tenía un viaje (a Australia, por dos meses), les dije: júntense, armen cinco temas y cuando vuelva le metemos, pero con una sola condición: nos instalamos en Buenos Aires, porque creo que ahí tenemos oportunidades de poder crecer. Esto (Tucumán) tiene un techo. Y así fue, volví de allá, empezamos a ensayar y a los cinco meses me dijeron “nos vamos”. No lo podía creer. Los locos se fueron persiguiendo el sueño de esta banda. Y peleándola estamos armando un circuito y un público allá que es muy distinto; en muchos casos en Bs As murió Pappo y le hicieron un monumento. Aquí se murieron muchos grandes, y no tienen una plaqueta, ni en las casas de ellos! El tucumano muchas veces se caga en su gente, en sus artistas, tiene mucho resentimiento y frustración Luis Rey sabiamente decía “ ese no es bueno porque vivi a la vuelta de mi casa”. Hay que terminar con la frustración, hay que generar positivismo y se genera con la sonrisa, con el sacrificio pero ese que sea compensado, y no que le caigan a un recital y te saquen la guita porque tenés que pagar mil coimas de permisos.
¿Cuál crees que es la clave para que los artistas locales no se desanimen ante las adversidades que mencionás?
R.M.: ¡Resistencia! Nada es más lindo que el arte, que la música, que estar arriba de un escenario, que ser público de una banda de rock. Nada más lindo que ver a Vampiro Indio, de acá, de Bella Vista, que me encantan … los locos ponen unos huevos terribles arriba del escenario, hay actitud. El histrionismo que tiene la banda , es una manera de llevar a un punto de evolución. Hay que resistir los momentos duros, pero hay que hacerse práctico. Al músico le aconsejo que busque su propio lugar en el mundo: si no es aceptado en su lugar, ponga huevos y váyase a otro lado. Así de simple; porque si en ese lugar no puede desarrollarse, va a ser frustrante. Hay que armar un proyecto, hay que trabajar como en todo. Todas las bandas que ves hoy exitosas fueron proyectos a largo plazo. Ninguna banda que tiene diez discos está inventada. ¿Sabés lo que es tener diez discos? Convivir con los compañeros de gira, con olor a pata, el otro “duro”… peleas etc etc pero no se toca lo sagrado Es difícil pero no imposible, no es cuestión de ego personal; es el bien común, el bien de todos, y la mejor manera es unirse; nadie se salva solo. Tiene que ver con la tolerancia, y el amor por la música. A mí me hicieron fama de ser jodido, pero con la 448 un solo cambio de integrante tuvimos; y en ésta banda lo mismo, a veces hay algún reemplazo ocasional, lo llevo a “Manguera” Boeri que ya toco incluso con nosotros en Buenos Aires y uno de los chicos no puede viajar. Todos tiramos para el mismo lado, por eso ya no me convence el nombre “Rolo y los f. a.”, me gustaría que solo sea “R.F.A.”, para meterlos a todos en la misma historia, somos todos compañeros. La gloria es de todos, de la institución de Nicolas, de Julio del flaco de los que están desde siempre, Pappo trabajaba para la institución, yo lo admiro al Carpo. Su magia, el simbolismo de su Gibson Les Paul, ese solo de guitarra. La Iglesia es institución también no ?. Yo creo en la institución desde el corazon, el ser humano sabe que la base de la continuidad lo da la cuestión institucional y comunitaria ; si no te quedás solo, y es imposible sostenerte solo en este mundo. Mirá, en Australia me metí en el circuito rockero, y estuve en los conciertos de garaje. Hay un disco de Metallica llamado “Garage Days”. ¿En qué consisten? Recitales en garaje de las casas, las bandas tocan, venden sus discos, y tienen 100 a 150 shows por año así. Y eso es simbolismo puro, tienen una cultura rockera, entienden el rock como institución. ¿Qué es el fanzine? Es simbolismo institucional del loquito que llegaba a su casa y con una lapicera y papel relataba apasionadamente lo que sentía y eso no es una moda. Bandas grosas, rock, reggae, y hay que ver a los gringos como laburan desde la autogestión , son unos capos y no solo para tocar… Mirá por ejemplo, esta banda que suena, Los Tunches…¡está buenísima! ¿Te imaginás lo que podría crecer si hiciera 50 conciertos (mínimo) por año!…pero no, lo más probable es que en dos años no exista más. Y es una injusticia. Otra cosa es que las bandas de acá se regalan en los conciertos grandes; los hacen tocar a las 9 de la noche cuando el concierto es a la una, con mal sonido; el tucumano es muy injusto con la gente de su propio lugar, lo subestima, no le da un valor real; merecen respeto, que involucra buen set, buen escenario, buenos retornos, un buen horario de show, un buen sonidista. Pero muchas veces ni las mismas bandas se respetan, porque ni la sienten. A veces tocamos con bandas de acá que son mucho mejores que las de Buenos Aires muchas veces pero no se valoran.
¿Qué le dirías al público de esta provincia y qué necesitan las bandas locales?
R.M.: Que apoyen la movida rockera local, que dejen de escuchar cumbia… basta de cumbia que te meto caño que te choreo y que sos un guacho gil, también que paguen la entrada, y que exijan. Que se apoye también el teatro y otros emprendimientos artísticos que se hacen y sabemos que acá no hay apoyo del Estado ni de sponsors privados, todo es autogestión. Entonces que tengan respeto por los artistas, que son los que te alegran un fin de semana. ¿Qué necesitan las bandas locales? Lugares para tocar, productores que se interesen por ellos; esta gente que trae shows de afuera, que les den un lugar. Yo creo en la cultura del trabajo, de la capacitación. El violero no va a salir a producir un evento, ¡el tipo es violero, tiene que componer, producir, ensayar! Pero hace falta productores, porque son todos pelotudos en esta provincia. Ahora estas chicas nuevas que empezaron a laburar produciendo eventos tienen mejor gusto y más pilas. Yo tengo algún dolor con Tucumán, porque en cualquier lugar de Argentina soy más respetado y reconocido que en mi ciudad, y yo hice mucho por este lugar. Con la 448 tocábamos y había diez patrulleros de policía en la puerta, porque no nos dejaban tranquilos los milicos No era fácil hacer un show acá, estaba Bussi, Palito Ortega con la ley 3 a.m., nosotros tocábamos a las 4. Hacíamos la resistencia. Al bajista, se le cruzó un auto diciéndole: “che zurdito, decile al cantante ese bocón que va a amanecer tirado acá en la calle Bernabé Aráoz” y mí no me importaba; salía y gritaba el doble. Pero no eramos solos : estaban (te repito) Euzkadi, Ave Nocturna, El quinto muerto (de San Pablo), Diarrea mental, D.E.C., Priztik..; Karma Sudaca vienen un poquito después (aunque Tony Molteni ya tenia experiencia anterior con Hades mucho antes que las bandas que te menciono),también La insignia de la Rosa Blanca; un bandon en los 80 que el cantante salía con unas crestas punk, que si lo ves ahora caminando te asustás, ¡y el loco salía en esa época así! Tocaba Timmy Aciar, tocaba el bajo con una campera de los Dead Kennedys, en el año 86. “Jabón” le decían al chabón el cantante un capo , vi los primeros pogos de mi vida en sus conciertos. Y se la re bancaba si tenia que agarrarse a piñas por alguna historia de burla se agarraba. Porque antes tenías el pelo largo y te decían cosas, siempre fue muy facista esta ciudad. No te hacía cagar el viejo, te hacia cagar el hijo del viejo que era joven pero se horrorizaba de un tipo de pelo largo, claro votantes de Bussi, muchos de ellos rugbiers de clubes chetos. El rockero era muy marginal, había grandes quilombos. Bueno, años antes de eso, acá por tener el pelo largo también te hacían desaparece los milicos y eso quedo en esta gente. Siempre fue una ciudad muy jodida, ideológicamente muy estructurada, prejuiciosa. Poca tolerante igual hay que tener fe que esto tiene que cambiar. Una ciudad se hace grande cuando el deportista es ganador, cuando el político no chorea, cuando el cana no te para para sacarte guita y el tachero no te tira el auto encima y hace rato que carecemos de eso, cada ves mas bizarros, ¡parecemos una película de terror clase zeta! (risas).
Para ir cerrando entonces, algo que quieras agregar …
R.M.: Queremos presentar el disco aquí; más allá de mi visión crítica para con Tucumán, amo este lugar y es mi lugar en el mundo el rockero es crítico en cualquier lugar del mundo; en los orígenes del rock, era de negros, y Little Richard era negro y puto, en la década del ´50 en los Estados Unidos que era macartista y homofóbica en los gobiernos y las sociedades . El rock es contestatario. Yo soy un punkie de corazón. El rock tiene que ser una manera de movilizar una mejor calidad de vida y mas fiestas muchas mas fiesta que cuando el pueblo baila es feliz.
ESTA NOTA ES PARTE TAMBIEN DEL SITIO WWW.ROCKIARTE.COM
Entrevista a Luis Albornoz : “La historia de REDD es la historia de sobrevivientes”
(Fotografía: Ainhoa Cormenzana Mendez)
Luis me recibe en el patio de su hogar con la sencillez que lo caracteriza; familiero, contador de profesión, músico de alma; carga con más de 40 años de rock y muchas vivencias sobre sus espaldas. Su relato para este reportaje (más de dos horas) transcurrió entre copas de vino y una breve visita guiada a su museo propio de guitarras . Música, recuerdos, política, espiritualidad. Lo que sigue es un resumen de tan provechosa nota. Espero la disfruten tanto como yo al hacerla. Bienvenidos al mundo Redd
Pregunta: Contanos acerca de la gestación de Redd y cómo se origina el proceso que termina en el disco “Tristes Noticias del Imperio”
Luis Albornoz: Redd comenzó un poco de casualidad. Antes de 1978 habíamos trabajado con Juan (Escalante) en (la banda) Alborada y hacíamos covers de Paul McCartney y temas nuestros. Yo venía de tocar en Trícupa (BA Rock 1972 fue uno de nuestros puntos más altos) Escuchábamos mucho la fusión entre jazz y música india como Shakti y John MacLaughlin and Mahavishnu Orchestra. Unas vacaciones que yo no estaba “el Gordo”(Esteban) Cerioni se pone en contacto con Juan y le “hace la cabeza” para que toquemos los tres y lo mismo hizo conmigo; él fue el gestor de todo ; siempre fue muy visionario. A mi regreso me sumo al grupo y empezamos a trabajar, primero jugando, zapando, luego componiendo. Ensayábamos mucho: 3 veces a la semana, 3 horas por sesión, en la terraza de la casa de Juan. Antes de grabar ensayábamos ya todos los días. Trabajábamos con un gran equipo: Ricardo Gandolfo era el letrista: nosotros grabábamos la música en cassette y se la pasábamos para que le escriba la lírica justa que encajaba. En esa época también colaboraba Eduardo Joaquín y Sergio Tomati, que eran artistas plásticos y diseñaron todo el arte de nuestros LPs. También formaban parte del proyecto Gabriel Fulgado como productor, Luis Misenta en sonido. Eramos un gran grupo, había solidaridad y camaradería. Compartíamos música, libros, largas noches de charlas; eramos todos relocos pero buenos tipos. Había gran inquietud intelectual, mucha bohemia. En las puestas de nuestros recitales había una gran producción, con proyecciones, luces, etc.
Grabamos en Buenos Aires (aquí no había estudios de grabación, ni en Córdoba) en Casa Netto, el estudio del gran Jorge Da Silva, cuyos trabajos con Piazzolla le daban renombre internacional (incluso lo contratan de Japón más adelante.) El tipo era un genio, “pinchaba” las cintas y corregía errores cortándolas físicamente con una gillette (risas); era un cirujano. Al disco lo teníamos ensayado de memoria, con decirte que demoramos tan solo 20 horas de estudio en total (el récord anterior era de Vox Dei que había grabado en 24 horas). Casi todo el disco se hizo en la primera toma, algo increíble. Yo grababa las guitarras rítmicas y en la misma toma hacía los solos, no lo grababa después.
Yo ya en esa época trabajaba en la (empresa) Scania, cuando mi jefe me muestra una nota central a doble página que había salido en Clarín comentando este disco y que incluía la letra de Tristes Noticias…(que a nivel político era la letra emblemática de Redd) No lo podíamos creer. Página 12 también hizo artículos sobre nosotros en los ‘80. Tendríamos que habernos ido a instalar allá, aguantar el hambre un tiempo y empezar una carrera, jugarse, como hizo León (Gieco), y tantos otros. Pero yo empezaba a formar mi familia aquí en Tucumán, igual Juan que ya tenía a su hijo…pero eso es otra historia.
Volviendo al disco, casi todos los temas son míos excepto “Matinee” que salió de una obra de teatro, “Calígula”, cuya música había compuesto originalmente Juan. En menos de un año de haber formado Redd, ya teníamos un disco editado. Cuando volvimos de grabar y nos bajamos del tren, traíamos el cassette y nos fuimos a hacerlo escuchar a todos nuestros amigos. Fue inolvidable, ni siquiera volví a mi casa hasta tarde (risas). Mucha emoción, alegría, luego lágrimas, que compensaban tanto esfuerzo. Gustó mucho. Luego ese material fue escuchado en Europa cuando viajó Cerioni, no lo podían creer y fue reeditado en Italia y Brasil. Nuestro debut fue con Spinetta. Hoy es considerado un disco de culto.
P: ¿Cómo se vivía en ésa época la dictadura, la censura, las cosas que pasaban? Contame tus vivencias de ese período y cómo se hacía para “sobrevivir”
Clarín en esa época era un medio independiente, era un medio donde vos podías “deslizar” mensajes. Existían también revistas especializadas de rock como “Expreso Imaginario”. Los tipos eran muy hábiles: te mezclaban literatura de Walt Whitman y grandes clásicos con lo que decía Fandermole o Gandolfo. La revista “Humor” hacía eso y en el medio metía comics y caricaturas de los militares, pero no era ofensivo. Estaba Dolina, entre otros. Claro, de esa manera podían zafar de la censura. Era gente que militaba de manera expresa pero siempre guiados por la gente de la redacción. Pero lo que no había que hacer era parar de producir. Esa continuidad de la creación, esa especie de máquina subyacente en la que no existía clase social, ni intereses económicos; era la transmisión de esto, que era libre. De lo que se trataba era de que se transmita. Había toda una empatía en cuanto a pensamiento.
Con respecto a las Fuerzas Armadas, no tenían ningún código de procedimiento. El militar es verticalista: “Lo dijo el General” Una anécdota: Luis Albaca (baterista de Los Sabuesos, banda tucumana de los 60) fue guerrillero, tuvo enfrentamientos con el Ejército (luego se exilia en Suecia, ayudado por un tío). Mi padre era dirigente peronista que luego fue echado por el partido; así aprendí cómo funcionan las corporaciones: sindicales, militares; de allí surgen los “dirigentes” poco preparados, que continúan hasta el día de hoy. Pero los músicos aprendimos a movernos en el pantano, con muy pocos recursos, de una manera sorprendente. A mí y a Redd nos ayudó mucho el hecho de que pertenezco a Scania, éramos en cierta manera protegidos; gracias a Dios nunca tuvimos a ningún integrante “en cana”. Trícupa si. A Roberto Giambastiani lo tuvieron un mes (preso). Un día me contó todo lo que vivió, las torturas, y terminé llorando. Digo: ¿Por qué? ¿Por qué así? Que es algo que la gente de mi generación nunca entendió. No hacía falta masacrar a familias enteras para cumplir con el rito stalinista de la “Solución Final”. Cuando te decían “Che, ¿qué sabés de fulano? Dejó de aparecer por la facultad, no se lo ve” En esos años, no entendíamos qué es “desaparecer”. La gente viaja, se traslada, pero no “desaparece”. Eso viví yo. Por la edad que teníamos los Redd, eramos contemporáneos de los militantes universitarios. La gente que venía con la revolución en la mano, que venía más “jugada”, era un poco mayor que nosotros (Vox Dei, Spinetta, etc) Juan, Oscar Imhoff y yo hicimos la colimba juntos en el 73; éramos de la misma edad. En el 72 tocamos en BaRock, ovacionados; artísticamente, nuestra ausencia en el 73 nos mató. En 1974 ya nadie se acordaba de nosotros. En BaRock del 72 junto a Vox Dei fuimos las dos únicas bandas despedidas por las 25.000 personas presentes de pie y con pañuelos blancos.
P: ¿Qué pasó con Redd después del primer disco?
L.A.: Empezamos a trabajar para el segundo álbum, ya en 1978. Componemos todos los arreglos y en un momento tengo un problema con Juan. Él era mormón, estaba muy metido en la Iglesia y tenía contradicciones filosóficas con la banda, especialmente un día que surgió una controversia por un tema que compusimos que tenía algo relacionado al diablo en el título. Deja la banda y teníamos ya pautadas las horas de estudio, entonces nos acordamos de Oscar “Pájaro” Imhoff, con quien habíamos compartido otras veces escenario con Trícupa como en el teatro Santa María del Buen Ayre (también había cantado en Los Fantasmas). Es entonces donde entra Marcos Pusineri (en batería) y “Pollo” Raffo en piano. Vamos a Buenos Aires a grabar y sale “Cuentos del subsuelo”, para mí el mejor disco que compuse en 40 años de carrera. Oscar estaba viviendo en Buenos Aires y cantaba con Las voces del Norte (folklore), le costaba entrar en el estilo de la banda. Ensayábamos en casa de Pusineri, tenía una aislación increíble y super equipada. Ahí dejamos de ser tres y el teclado cambió mucho la estructura. El rol de la guitarra en trío era distinto al que tuvo después. Seguíamos trabajando con gente de mucha calidad: Raffo siguió luego trabajando en Estados Unidos, trabajó con Soda Stereo y Pusineri tocó con Baglietto, Divididos y muchos otros; tipos “picantes”, grandes amigos además. Imhoff tuvo su “gran” álbum en el segundo álbum de Redd, que nunca más lo volvió a tener con sus otros proyectos posteriores. Volvimos a grabar con Da Silva pero en un estudio mucho más “grosso”. Recuerdo estar con las luces apagadas, cada uno manejando su perilla en la consola en el momento justo: así fue la mezcla de aquél álbum. Para filmarlo. La historia de Redd es la historia de sobrevivientes. Es la historia de náufragos que se encuentran en una playa y dicen “Estamos vivos….y ahora qué hacemos?” Nuestra historia es “cuando nada era en un principio” y una de las grandes deudas es no haber seguido trabajando con material nuevo que se vaya adecuando a los nuevos tiempos. Lo hicimos posible durante diez o quince años, pero no pudimos mostrar, sobre todo a los pibes que vinieron después, de que es posible sustentar esto.
P: ¿Qué opinión te merece la situación actual en el país? ¿Cómo ves a la juventud, al futuro?
L.A.: Tengo una idea de que la educación debería ser un intercambio de experiencias entre profesor y alumno. Con la meditación de Maha Yoga aprendí que uno está siempre en la búsqueda, llámese espiritual, intelectual, etc. Cuando nosotros tengamos el 50 por ciento de chicos “enchufados” en esa búsqueda, seguro el país irá en camino correcto. Porque esa búsqueda es “nuestra” búsqueda. Hay una conciencia, uno la vive diariamente porque está creando. Nadie es pelotudo porque “piense cosas raras”, al contrario, es mejor que piense cosas raras. Ese es mi concepto de educación. Si en esos años hubiese tenido un gran profesor de guitarra académica, hubiera sido otra cosa. Pero hay opciones que nunca las pude disfrutar. Hoy tenés Berkeley, pero cuando yo arranqué (salía el disco Revolver de los Beatles para que te des una idea) Berkeley no existía. No es reclamo personal, no me interesaría ser director de orquesta. El tema de las oportunidades, un tema tan discutido, y vos decís: ¿cuál es el éxito social de un país? Es la igualdad de oportunidades. Y eso es algo que en la sociedad argentina hay que organizarlo. Todos los residentes en el exterior es lo que están esperando de nosotros. Y a mí me entra así, y yo debería haber resuelto eso. Soy de la generación que estaba para resolver cuestiones, y por eso cuando pronto me retire de mi trabajo, además de la música, me gustaría poner en práctica eso que tengo en la cabeza, no sé si es política, es ayudar, antes de irme de este mundo. Es algo que tengo pendiente. Por las cosas que uno lucha son las cosas que uno cree, como Redd, como el rock progresivo, los proyectos, la familia, estar convencido de lo que uno hace; pero es un trabajo constante, hay que meterle día a día, sembrar para cosechar los frutos.
Quiero agradecer a “La Imberbe” por esta oportunidad de expresarme y llegar así al público joven y a las bandas de Tucumán.
Entrevista a Juan Luis Salvatierra (diciembre de 2011)
Entrevista a Juan Luis Salvatierra, productor y manager (foto: La Gaceta)
Entrevista a Nicolás Aizicson (diciembre de 2011)
¿En cuántos proyectos musicales participaste y desde qué edad?
Me gustaría que tenga más difusión, lo cual resulta un poco difícil ya que no es del territorio específico del músico saber difundir un material, así que escucho propuestas!.
¿Donde hiciste la mezcla, y el mastering?